Para muchos hablar de Independiente Santa Fe se basa única y exclusivamente de fútbol, nada novedoso o fuera de contexto para entablar un tema de conversación un poco más allá.
No pasa de ser un equipo de fútbol importante en nuestro país, con una rica historia forjada en la capital colombiana. Pero, ¿muchos o algunos sabrán qué es transmedia e incluso, se harán una idea sobre Santa Fe y Transmedia?Resulta bastante interesante cuando se empieza a plantear todo un universo narrativo en torno a un club de fútbol, pero es sorprendente cómo, luego de casi 37 años de sequía, tal vez, sin entender muy bien este fenómeno mediático y comunicativo, se recreó toda una nueva narrativa en torno al primer campeón del rentado nacional.
El 15 de julio de 2012 fue el día que dio como punto de partida este aspecto en torno a las nuevas tecnologías y a narrar diferentes historias en diferentes formatos pero vinculados entre sí.
Santa Fe habría tardado 36 años y medio en volver a ser campeón de Colombia; desde 1975 “no veía una”, solo con pequeños rastros de luz ganando un clásico 7-3, y la llamada Copa Colombia en 1989 y 2009.
Pero en 2012 la sequía terminaría, el rojo saldría campeón y todo un fenómeno mediático y narrativo se vincularía a los registros del club. El primero y para muchos el más valioso fue cuando el periodista Daniel Samper Ospina, en ese momento director de la revista SoHo y columnista en revista Semana, publica el libro “Volveremos, Volveremos”.
Desde el título ya reconstruye y alimenta un elemento que todo hincha santafereño entiende: aquel cántico que evoca la fe que nunca se quiso ir, la de saber que algún día volveremos a ser campeones como la primera vez. Esta obra literaria se podría resumir en una crónica de camerino, desde los partidos previos hasta la gran final.
Pero esto sería fácil de digerir hasta este punto, la diferencia es que el autor decide integran en el libro historias alternas, pero no ajenas a Santa Fe, pues integra por ejemplo vivencias personales con su familia, cuando fue al estadio por primera vez, habla de los hinchas y las barras, de la idiosincrasia “cardenal” y la historia detrás de la mascota: "Monaguillo".
Menciona prácticamente a todos los jugadores que hicieron parte de la hazaña; narrativas tanto pasadas como actuales. A la par que el libro fue lanzado y que precisamente se vendió como pan caliente, la revista SoHo lanzó en una de sus ediciones un DVD conmemorativo igualmente dedicado al título albirrojo, titulado “En la jaula del león”.
Este resultó ser en cierta medida un reflejo audiovisual del libro “Volveremos, volveremos”, pero no le resta valor. Henry Jenkins, teórico de la convergencia mediática, afirma que ésta aduce al flujo de contenido por diferentes plataformas, la cooperación entre industrias mediáticas y el comportamiento migratorio de las audiencias, y hasta hora estos puntos convergen –sin duda alguna- en las narrativas santafereñas.
Si quieres el libro, ve a comprarlo; si quieres el DVD, ve y compras la revista la lo trae adjunto. Ahora llega el tercer elemento que, en términos pasionales ha despertado mayores reflexiones. Sin duda son las emociones de los consumidores, en este caso hinchas del fútbol, de Independiente Santa Fe, las que dan rienda suelta al disfrute de estos elementos, porque además van construyendo uno tras otro una gran base de datos, una enciclopedia audiovisual y literaria del sentimiento que produce un equipo de fútbol bogotano.

Esta producción, que en criterios personales vinculan el corazón con el equipo, pero también como periodista que comprende los elementos narrativos que lo hacen enriquecedor, posee en sí lo que cuadra también en la teoría de Jenkins sobre la Convergencia de las “4i”: Impacto, Integración, Interactividad e Inmersión.
El jugador Yulián Anchico, protagonista en este título para Santa Fe, había decidió filmar por su propia cuenta todo lo que se viviría dentro del club una semana antes del partido definitorio en El Campín y luego de haber empatado 1-1 en el partido de vuelta en el Estadio La Libertad en la ciudad de Pasto, ante su homónimo hijo el Deportivo Pasto.
Sin haberlo pensado, o al menos planeado, así resultó siendo: filmar lo que ocurriría faltando 7 días para la séptima gloria, la séptima estrella que le entregaría Santa Fe a su hinchada y a su ciudad.
El impacto que se genera gracias a la filuda sensibilidad al ver esta producción vincula además integración, tanto de elementos multimedia como lingüísticos y sensibles; en cuanto a interactividad esta podría ser sin duda mayor, pero representó un elemento interactivo en cuanto a lo que el formato DVD técnicamente ofrece; y la inmersión estuvo presente dentro de los mismos protagonistas, tanto entre ellos como en la conexión que se creó con los que observaran el producto final.
“Siete días para la Gloria”, como se llamó este elemento audiovisual, Se convertiría además de un objeto lleno de elementos no limitados en una calidad profesional por su producción, en un objeto fundamental que toda persona que se haga llamar así mismo hincha verdadero de Santa Fe desea y debe poseer.
Es como cuando un fanático de Matrix no puede evitar tener en su computador el videojuego, todas las claves que en los filmes se encuentren para avanzar de nivel; Tal vez pueden funcionar perfectamente el uno sin el otro, pero sin duda se complementan, se enriquecen.
Lo que hace tan especial “Siete días para la Gloria” no es únicamente su producción brillante –porque lo es- sino cómo convergen la historia histórica del club, los protagonistas –jugadores, directivos, cuerpo administrativo-; lo que expresan en sus entrevistas, el momento idealizado y hasta esa noche utópico para la hinchada que creía nunca llegaría –el del título-; y las vivencias que ocurrían dentro de un mundo para muchos de nosotros extraño y tal vez indescifrable, el mundo del fútbol y de los futbolistas en su cotidianidad –la historia más honesta que igualmente se vincula a todo-.

En este caso no se trata ni de Matrix, ni de Lost, Star Wars o Survivor, sino de algo precisamente tangible: un equipo de fútbol. Transmedia en su pura y más comprensible expresión.
La historia culmina -es un decir- cuando un gimnasiano que vuelve a su colegio, al Gimnasio Moderno de Bogotá, como exalumno y como periodista. Vuelve para el lanzamiento de un nuevo libro que gira en torno a Independiente Santa Fe, equipo que además nació en ese mismo recinto gracias a un puñado de exalumnos –como el mismo sujeto que asiste al lanzamiento- en 1941.
La Transmedia atrae y está presente cuando ni nos percatamos. Ese periodista y exalumno es, además, santafereño.
El libro se titula “Santa Fe la Octava Maravilla”, escrito por el periodista Carlos Eduardo González. Esta obra, la que es por ahora la última en su linaje de narrativas cardenales, narra en 300 páginas todos los momentos más representativos e importantes en la historia de Independiente Santa Fe, incluyendo su último título.
La octava estrella llegó en 2014 de la mano de prácticamente el mismo equipo humano que, dos años atrás, permitieran que la gloria volviera en forma de estrella al club y con ella todo un fenómeno narrativo, multimedia, literario, interactivo, convergente y lleno de pasión. Transmedia finalmente.
Se despide así el exalumno gimnasiano, bogotano e hincha de Santa Fe, que posee “Volveremos, volveremos”, “Siete días para la Gloria”, “Santa Fe la Octava Maravilla” y varias prendas de indumentaria ‘cardenal’. El que asistió a su colegio para que un grupo de jugadores y el autor le firmaran un libro sobre sus propias epopeyas.
La posibilidad de crear historias.
Luis Fernando Dueñas Bayona.
La Mandarina Mecánica
@LuisFerDBayona
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