A continuación lo comparto con ustedes para que lo lean si lo encuentran de su interés.
El debate en torno a las comunidades virtuales, sea a favor o en contra, es imposible que reciba un final o conclusión definitoria.
Los procesos comunicativos dentro de la sociedad no tienen un punto de origen establecido, siempre han existido y hacen parte de la misma naturaleza humana. Pero como en todo, los nuevos procesos y fenómenos atemorizan pues obligan a abandonar las zonas de confort ya establecidas.
El mundo virtual y el mundo real no difieren, ni se deben tratar por aparte.
Así como en algún momento los individuos se reunían en espacios físicos concretos para debatir acerca de algún tema o hecho en concreto, en torno a esa tecnología conocida como papel periódico o luego de haber escuchado una noticia gracias a otro elemento conocido como radio, ahora nuevos dispositivos no solo nos bombardean la información, sino que nos permiten reunirnos en ese mismo aparato para tratar, justo como antes, temas de interés en común.
Tomemos como objeto de análisis la comunidad virtual llamada “Bateristas de Colombia” en Facebook. Representa claramente una agrupación de personas con un gusto o pasión entre sí, que es específicamente la música a través de la percusión, más exactamente por medio de la batería.
Pero entonces, ¿qué tiene que ver este caso con los temores teóricos y psicológicos sobre lo negativo que traen las prácticas comunicativas digitales?
Si partimos de la observación cuantitativa de este grupo, posee casi 10.000 miembros, no todos activos, pero sin duda automáticamente converge a personas con un mismo interés. En términos cualitativos, identificamos además que primero están validando la desterritorialización, rompe con las limitantes físicas y geográficas.
Haciendo mención al texto de Marta Rizo García acerca de la Comunicación Interpersonal y las nuevas formas de comunidad, donde se enfrentan entre iguales a intercambiar información, contenidos y sobre todo a generar nuevos espacios de interacción.
Lo que hace tan interesante este caso práctico es precisamente la constante participación de sus miembros; la teoría de la Comunicación de masas no es que se desvirtúe bajo este ejemplo, sino que partiendo de la misma se empiezan a desarrollar nuevas formas e ideas de percibir las formas en que nos relacionamos entre nosotros mismos.
En algún punto de la historia, el Funcionalismo justificaba el poder hipnotizante de la propaganda Nazi, posteriormente la Escuela de Frankfurt argumentó con mayor rigor que el poder recae sobre el medio o emisor.
Pero esto cambia con no solo la aparición de la computadora personal, tal y como lo referencia García, sino que justamente la aparición de Internet como plataforma mediática en la cual convergen los diferentes formatos, invita a una verdadera democratización de la información.
Así lo vemos en la comunidad de bateristas de Colombia:
Estos individuos ya no dependen de buscar un espacio físico para su interacción a través del debate, el intercambio, ni mucho menos de la existencia de un medio específico con una parrilla dedicada a ellos en la que se dediquen únicamente a ser bombardeados con datos.
Dentro del mismo análisis cualitativo, podemos encontrar que justamente lograr convenir reuniones para conocerse personalmente, es decir, no han perdido la noción de comunicación cara a cara –esa que los apocalípticos tecnófobos argumentan débilmente se perderá-, y además comparten entre sí productos audiovisuales de su propia elaboración.
La convergencia mediática permite entonces que se exploten posibilidades creativas de interactividad e intercambio.
Pero partiendo de un factor fundamenta que solo con este caso ya refuta, en lo personal, la idea de aislamiento y de generación del verdadero ser antisocial, es que vincula personas con un gusto por el arte, específicamente la música a través de la interpretación musical.
Y es el arte una necesidad humana de expresión que se debe manifestar precisamente en los espacios físicos reales, apreciada por un público real en un tiempo y espacio tangibles, además interpretada por una mente que necesita de esta percepción de compartir su pasión.
Los procesos comunicativos se transforman permanentemente, y es puntual señalar que nunca son estáticos; probablemente en algún punto la idea de interactividad entre medio y audiencia era algo utópico para la misma Escuela de Frankfurt, y más absurdo aun pensar que la información navegaría en más de una única y posible vía y que esta solo podría ser obtenida y difundida por un único punto de partida.
Las posibilidades que Internet ofrece mediante las cualidades convergentes a través de elementos hipermediales son prácticamente infinitas, porque todo está allí.
La Comunicación Digital es entonces lo más real que existe, ya que es entre otras cosas contradictorio hablar de comunicación por vías o medios ficticios o irreales, así no habría tal fenómeno y está demostrado que, precisamente, ha resuelto todo lo contrario: funciona bastante bien, porque es real.
La inmediatez en internet permite que, en este caso de la comunidad formada en el grupo de Bateristas de Colombia, la verdadera democratización de la información se esté ejerciendo.
Pero no en el sentido de que cada uno ejerce el mismo poder que el otro, sino en que cada uno comprende que no solo tiene una posibilidad de interacción e intercambio, sino que esto se ha transformado en un derecho y en una obligación. Sin interactividad inmediata sería contradictorio afirmar que este nuevo fenómeno digital tiene más ventajas que la “realidad”.
Estos nuevos lazos que se generan gracias a las comunicaciones digitales y virtuales exaltan no solo el valor que las masas alguna vez se les negó tener, sino es justamente el individual.
Por ende, tal vez la Comunicación en este punto podría denominarse como Directa: a los intereses, gustos, conocimientos, facilidades de acceso, interacción e intercambio. Ocurre con los músicos, bateristas, y con cada persona que no solo toma un celular, computador o Tablet, sino que conoce sus herramientas y genera una nueva perspectiva propia del mundo y lo expresa.
Luis Fernando Dueñas Bayona.
La Mandarina Mecánica
@LuisFerDBayona
Luis Fernando Dueñas Bayona.
La Mandarina Mecánica
@LuisFerDBayona
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